Tendinitis del aquiles

El tendón de Aquiles, es el tendón mas fuerte del cuerpo humano. Puede soportar fuerzas de hasta 9 kN (casi una tonelada). El dolor en el tendón es más común en atletas de mediana edad y particularmente en corredores, debido a las cargas repetitivas que debe soportar. 

Los trastornos del tendón de Aquiles o tendinopatias, se pueden clasificar: en desordenes que afectan la inserción del calcáneo o trastornos que no afectan la inserción, siendo estos últimos 2 o 3 veces más frecuentes que los primeros.

En las tendinopatias no insercionales, la radiografía simple no revela ninguna anormalidad. En las tendinopatias insercionales, a veces se pueden observar depósitos de calcio en la zona de inserción o deformidades asociadas causadas por una irritación mecánica como la deformidad de Haglund.

La resonancia magnética (RNM) puede ser útil para detectar inflamación del tendón y puede evidenciar pequeñas roturas del tendón.

La ecografía es otra prueba de imagen que también es útil para detectar anomalías en el tendón.

 El tratamiento inicial, debe consistir en reposo, que incluye el uso de un alza en el talón de unos 1.5 cms, lo que disminuye la tensión en la inserción del tendón.

La inmovilización con yeso, se usa en caso de síntomas extremos, el uso de corticoide local con anestésico, puede ser útil para controlar la inflamación y el dolor, pero si es posible debe evitarse.

La terapia física, hielo, modificaciones en el calzado, también son medidas útiles para ayudar a controlar la inflamación. La terapia con ondas de choque extracorpórea se puede utilizar en el caso de tendinitis insercionales calcificantes.

El estiramiento muscular es la clave en la rehabilitación de este tipo de patología