Hombro, en entrenamiento en gimnasio

Los levantadores de pesas están constantemente expuestos a lesiones en la articulación del hombro. Comparado con la articulación de la cadera, la cabeza del fémur se articula en profundidad con el acetábulo de la pelvis, lo que origina una gran estabilidad. Por el contrario la articulación del hombro es muy móvil y permite una gran variedad de movimientos  a expensas de estar menos protegida y ser mas vulnerable a diversas lesiones.

La mayoría de personas que entrenan deltoides se lesionan debido a una mala técnica o sobreuso de los tendones que rodean esta articulación. 

Cuando se realiza un levantamiento o vuelo lateral con las mancuernas, el tendón del supraespinoso mantiene a la cabeza del humero dentro de la cavidad glenoidea, actuando como tensor de la fascia y tiene como función la abducción (movimiento de separar el brazo del cuerpo) del brazo.

En algunas personas este tendón se comprime entre el humero y un techo osteoligamentoso formado por el acromion y el ligamento coracoacromial. Este atrapamiento repetido del tendón genera inflamación, inicialmente en la bursa (una bolsa serosa que protege al tendón) y si los movimientos continúan la inflamación se extiende al mismo tendón, sin tratamiento progresa posteriormente al tendón del infraespinoso y anteriormente al tendón de la porción larga del bíceps. El hallazgo de calcificaciones y roturas del tendón es más frecuente en personas mayores de 40 años. 

NOTA IMPORTANTE

Lo importante a entender es que este espacio osteoligamentoso por donde pasa el tendón varia de una persona a otra. Algunos individuos genéticamente presentan una disminución de este espacio y por lo tanto el levantamiento o los vuelos laterales con mancuernas se deben evitar y en su lugar realizar los vuelos de forma frontal.  

By Carlos Peña